El proceso de crecimiento económico de largo plazo implica que las economías experimenten una transformación de su estructura productiva, que conlleva a la recomposición sectorial y reasignación de algunos recursos al interior del sistema. Es común encontrarse en diversos contextos análisis sobre la pérdida de relevancia en las economías de las actividades del sector secundario o de transformación, y paralelamente diversos análisis sobre el reciente crecimiento del sector terciario. Dependiendo de la naturaleza de este proceso, en la literatura económica suele denominarse a estos fenómenos con los nombres de desindustrialización y otros autores manejan el concepto de terciarización, el cual va más allá de la desindustrialización y no sólo hace mención al estancamiento del sector secundario sino de su traslado al sector terciario. En análisis nacionales, un proceso de terciarización es definido por un aumento considerable de la participación del sector servicios en el sistema, el cual puede ser de tipo genuino o espurio, dependiendo de la naturaleza de los servicios que ganen relevancia en la economía.

Para el caso específico de Manizales, con las estadísticas oficiales disponibles, entre 1975 y 2015, ¿existe evidencia de algún proceso de trasformación de este tipo? Según un estudio de la CCMPC (2016), en los últimos 40 años la ciudad si ha experimentado una verdadera transformación de su estructura productiva. El número de empresas registradas en la Cámara de Comercio pasó de cerca de 3.500 a más de 14.000, el número de ocupados pasó de cerca de 66.000 a más de 192.000 y el producto por habitante de Caldas pasó, en términos reales, de poco más de 4 millones de pesos anuales a un valor cercano a los 12 millones de pesos. En términos de producción por habitante y de ocupados, el tamaño de la economía de la región se triplicó en estos 40 años, mientras en términos de empresas, se multiplicó por 4,4. Al desagregar por principales sectores económicos, se muestra que la región ha presentado un claro patrón de terciarización relativa, tanto en el número de empresas como en el de ocupados, sin que se haya reducido en términos absolutos el tamaño de la industria, ni en número de empresas, ni de ocupados.

Ahora bien, el fenómeno de terciarización se confirma con mayor fuerza con el proceso de reasignación del factor trabajo en la ciudad, o lo que es igual, un desplazamiento de factores productivos (en este caso fuerza de trabajo) hacia las actividades de servicios. Los ocupados que se han incorporado a la fuerza de trabajo de la ciudad desde 1985 han sido absorbidos por distintas ramas de actividad económica y sus tasas de crecimiento han sido algo dispares en distintos momentos. Sin embargo, los sectores de transporte y comunicaciones y servicios a las empresas han sido los principales sectores donde se ha incorporado nueva fuerza de trabajo de la ciudad, con crecimientos por encima del total de ocupados en la ciudad y del resto de actividades. De hecho, Manizales es la ciudad en la que más ha aumentado la participación de las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, con un aumento promedio de 8,4%, servicios que están asociados a procesos de terciarización genuina por su naturaleza de mayor valor agregado.

Igualmente, los datos de la GEIH-DANE permiten además ver cuáles son las actividades específicas con más ocupados en Manizales y su área metropolitana a través del CIIU a cuatro dígitos. Dentro de las 15 primeras actividades con mayor generación de empleo en la ciudad, 13 pueden ser consideradas dentro del sector terciario. Adicional, el sector no es solo que el más ha crecido, sino que también atrae mano de obra cada vez más especializada, a pesar de las barreras a la entrada que esto puede representar.

De este modo, el estudio permite confirmar el fenómeno de terciarización de la economía de Manizales, la cual ha volcado sus factores de producción (trabajo) hacia sectores de servicios, principalmente de alto valor agregado (diferente a comercio y servicios personales). Así, Manizales es la tercera ciudad donde más ha aumentado la participación de ocupados en este sector (el aumento promedio en Manizales es superior al del total para las trece áreas en un 1,6% aproximadamente) y, no hay evidencias de desindustrialización, ya que al dar un vistazo al mercado laboral se muestra una estabilización de la industria manufacturera en cerca de 1.300 empresas y 27.000 empleos en promedio.

La economía de Manizales y Villamaría ha presentado un proceso de transformación productiva, pasando de un crecimiento basado en la incorporación de fuerza de trabajo en la industria manufacturera a uno basado en el crecimiento de los servicios a las empresas y de transporte y comunicaciones. Por otro lado, la economía de la ciudad ha reasignado buena parte de sus ocupados del sector primario y ha absorbido la mayoría de la fuerza de trabajo nueva en el sector servicios, por lo que es evidente el proceso de terciarización del sistema económico local. Finalmente, los sectores de transporte y comunicaciones y servicios a las empresas han presentado crecimientos superiores al promedio durante los 40 años analizados. El primero se estabilizó desde 2010, mientras que el segundo se ha convertido en el principal sector en incorporar nueva fuerza de trabajo a la economía local, lo cual corresponde a un proceso de terciarización genuino, y consecuente con el desarrollo económico del largo plazo.

Para visualizar el documento completo consulte el siguiente link: 1975 – 2015: 40 años de transformación productiva en Manizales 

Estudios Económicos
Cámara de Comercio de Manizales por Caldas
Teléfono: 8841840, ext. 506

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