La semana pasada el DANE publicó las cifras de pobreza monetaria por departamentos, mostrando un avance en la mayoría de las regiones del país en esta materia, con un promedio de disminución de -1,4 puntos porcentuales (pp). A nivel nacional, la pobreza monetaria se ubicó en 26,9%, en donde el Eje Cafetero estuvo cerca de este límite, con valores de 26,7% en Caldas y 26,4% en Quindío y, una excepción en el caso de Risaralda, con una cifra de 16,3%. Los únicos departamentos que experimentaron un incremento en la pobreza monetaria fueron Bogotá, Córdoba, La Guajira, Meta y Santander.
Para Caldas, la pobreza monetaria registrada en 2017 re redujo en -0,9 pp frente al 2016 y -19,4 pp con respecto al 2002, cuando la cifra de pobreza superaba el 45% en la población del departamento. Ahora bien, en el resto de departamentos de la región cafetera, el descenso en la pobreza monetaria fue significativamente mayor, con disminuciones de -3,9 pp en Quindío, pasando de 30,3% en 2016 a 26,4% en 2017, y de -3,3 pp en Risaralda, pasando de 19,6% en 2016 a 16,3% en 2017, ubicándose en el tercer puesto a nivel nacional con la cifra más baja. Igualmente, en el periodo 2002-2017, las disminuciones de la pobreza se han sentido con más fuerza en estos dos departamentos, con reducciones de -20,7 pp en Quindío y -21,3 pp en el caso de Risaralda.
Sin lugar a dudas, la dinámica en los avances en la pobreza monetaria en los departamentos dependerá en gran parte de lo acontecido en el mercado laboral, entendiendo el trabajo como la principal fuente de ingresos de la mayoría de la población. En el caso de Caldas, la tasa de desempleo durante el 2017 fue de 9,2%, mostrando una reducción de -0,1 pp frente al 2016, cerrando el año con un total de 413.198 personas ocupadas en el departamento, las cuales muestran un crecimiento del 1%, y un número de 42 mil desocupados, con una variación menor de 0,3%. Para el Quindío, la tasa de desempleo presentó una disminución de -0,4 pp, pasando de 13,9% en 2016 a 13,5% en 2017, registrando una disminución en 1.060 desocupados, cerrando con un valor de 40.600 personas desocupadas en 2017; mientras la población ocupada tiene un aumento de 0,9%, igual a 2.375 personas adicionales. Y, finalmente, Risaralda tuvo una tasa de desempleo de 7,8%, frente al 9,3% registrada en 2016, es decir, una disminución de -1,5 pp, lo que se reflejó en una caída en el número de desocupados igual a 7.180 personas, cerrando el 2017 con 39.049 desocupados en el departamento, y un aumento del 1,8% en número de población ocupada, pasando de 453.316 personas ocupadas en 2016 a 453.316 personas, ratificando la positiva coyuntura de la economía risaraldense y el lento crecimiento de la economía caldense durante el último año.