Esta semana el DANE publicó las cifras de pobreza por departamentos para el 2014 con resultados positivos para Caldas, mostrando una reducción de 3 puntos porcentuales en el porcentaje de personas en situación de pobreza monetaria, en comparación con el año 2013.
La disminución en la pobreza monetaria para el año 2014 fue significativa (disminución mayor o igual 3 puntos porcentuales) en los departamentos de Córdoba, Cauca, Nariño y Valle del Cauca, seguido de los departamentos del Atlántico, Cesar, Huila, Meta, Caquetá, Quindío, Sucre y Caldas.
Con estos resultados los territorios con menores cifras de incidencia de pobreza monetaria son: Cundinamarca (16,9%), Santander (19,6%) y Valle del Cauca (22,7%). Por otro lado, los departamentos con mayores tasas son: Choco (65,9%), Cauca (54,2%), La Guajira (53%), Magdalena (48,1%), Córdoba (46,3%), Sucre (43,9%) y Nariño, con el 42,9% de porcentaje de población en situación de pobreza monetaria.
El Índice de Pobreza Monetaria en Caldas para el 2014 es de 29,2%, colocándose por encima del total nacional (28,5%), pero mostrando una reducción de 3 puntos porcentuales con respecto a 2013, 10,4 puntos con respecto a 2010 y 16,9 puntos en diez años, cuando en el año 2002 la tasa era de 46,1%.
Frente al tema de la desigualdad económica las noticias siguen siendo desalentadoras. Para el 2014 Colombia tiene un coeficiente de GINI de 0,538, mostrando una modesta reducción de apenas del -0,034 puntos desde el año 2002. A nivel departamental, los territorios con el coeficiente de GINI por encima del promedio nacional más alto son: Choco (0,598), Antioquia (0,555), La Guajira (0,549) y Huila (0,547). En el caso Caldas para el 2014 el GINI se ubica en 0,522, mostrando un ligero aumento del 0,015 desde el año 2002, en donde el GINI era de 0,507.
En cuanto al ingreso per cápita (promedio mensual) en Colombia es de $578.422 y los departamentos por encima del promedio nacional son: Cundinamarca, Santander y Valle del Cauca. Para Caldas, con año de referencia 2014, el ingreso per cápita es igual a $493.262, estando por encima de departamentos como Cauca, Huila, Tolima, Quindío, Nariño y Norte de Santander.
Finalmente el DANE expone la proporción de hogares según tamaño. Para el total nacional las mayores proporciones se encuentran en hogares con 3 personas (22,9%), 5 personas o más (22,9%) y 4 personas (21%). En el caso de Caldas las proporciones son más equilibradas: 1 persona (15,1%), 2 personas (21%), 3 personas (23,8%), 4 personas (22,1%) y 5 personas y más (18%). Destaca como departamentos como Choco, Atlántico, Bolívar, Magdalena, Sucre, Córdoba y Cesar las proporciones de hogares con 5 personas y más sobrepasa el 30%, siendo una variable aproximada de hacinamiento.
Las cifras dejan conclusiones claras. En cuanto a la reducción de los índices de pobreza monetaria el país va por buen camino, pero es necesario acelerar el paso, específicamente en regiones y territorios de la periferia de Colombia. Frente al tema de la desigualdad económica (medido a través del coeficiente de GINI) los resultados son prácticamente nulos desde comienzos del Siglo XXI, conservando una posición de ser de los países más desiguales del mundo, con regiones entre sí aún más desiguales.
En este año electoral, los planes de gobierno de las nuevas administraciones departamentales y municipales deberían concentrar una buena proporción de sus esfuerzos al tema social, específicamente en educación, salud y pobreza. Pero sí es primordial hacer hincapié en lo referente al empleo.
Una política seria en las regiones debe ser una estrategia del gobierno local para promocionar el empleo, incluyendo estrategias del tipo incentivos económicos para impulsar el empleo productivo y la inversión en sectores específicos (comercio, industria, turismo), la promoción de pequeñas y medianas empresas mejorando canales de financiación que impacten en la generación de trabajos directos, incluso hasta políticas locales para promover la formalidad, aspecto que mejoraría significativamente el funcionamiento en el mercado laboral y aumentaría la productividad.
La generación de empleo es una herramienta fundamental para reducir brechas económicas y sociales en una sociedad y mejorar efectivamente las condiciones de vida en un territorio.