La economía del Eje Cafetero comienza el año con buenos resultados pero con síntomas de desaceleración según informa la última publicación del Boletín Económico Regional – BER del Banco de la República para el primer trimestre de 2015.

 

En el sector primario se encuentra que el volumen exportado de café del Eje Cafetero tuvo un crecimiento del 10,7%, exportando un total de 75.194 toneladas en el primer trimestre de 2015, participando en un 31,2% el departamento de Caldas, 31% Quindío y un 37,8% el departamento de Risaralda. Para Caldas los principales socios comerciales en las exportaciones de café para el primer cuarto de año son Estados Unidos, Bélgica, Cañada y Corea del Sur, alcanzado un aumento del 36,2% en el valor de las exportaciones de café verde para el I trimestre del año.

 

En referencia al resto de productos en la región del Eje Cafetero sobresalen los incrementos en las exportaciones de vehículos automóviles (114,8%) y preparaciones alimenticias diversas (25%), mientras que las reducciones más profundas se dieron en calderas, máquinas y aparatos mecánicos (-56,3%), maquinas, aparatos eléctricos (-48%), azucares (-39%), jabones, ceras y productos de limpieza (-35,9%) y herramientas y útiles de metales (-25,4%).

 

En el agregado de las importaciones se muestra que la región tuvo un ligero crecimiento del 1,5%, frente al 19% en el departamento de Caldas y las disminuciones en las importaciones en los departamentos de Risaralda (-6,7%) y Quindío (-15,4%). El crecimiento en Caldas es explicado por las mayores importaciones de materias primas, bienes intermedios para industrias y bienes de consumo finales principalmente provenientes de China, México y Ecuador.

 

En cuanto a la industria la región experimentó un crecimiento real en la producción  del 3,5% para el periodo enero – marzo 2015, siendo un resultado bastante positivo en comparación con los últimos trimestres inmediatamente anteriores. Los mayores crecimientos se presentaron en el sector de chocolate y confitería (23,9%), muebles (21%), elaborados de metal (13,6%) y productos de café (12,9%). Por el contrario para el inicio del año tuvieron crecimientos negativos el sector de calzado, partes y artículos de cuero (-9,2%), maquinaria (-7,6%), otros alimentos (-4,8%) y motocicletas y bicicletas (-3,5%).

 

Los buenos resultados se han traducido sistemáticamente al mercado laboral en donde las tres ciudades capitales y áreas metropolitanas evidencian una tendencia de caída en la tasa de desempleo. Del mismo modo se destaca que para el primer trimestre del año los inactivos disminuyen, al igual que el número de desocupados (con excepción de Manizales A.M. que sufre un leve crecimiento del 0,1%) y los ocupados tienen un aumento significativo, en especial en Pereira A.M. que mostró un crecimiento del 12,2% para este primer trimestre.

 

Los resultados de las principales variables macroeconómicas de la región para el periodo enero – marzo de 2015 presentan noticias positivas principalmente en el repunte de la producción industrial, la disminución del desempleo y un ritmo favorable de las exportaciones, aunque a un menor ritmo que los últimos trimestres de análisis. Estos datos dan luces de que la coyuntura económica de la región es diferente aquella del contexto colombiano y  se espera que la contracción económica no sea tan fuerte como a nivel nacional.

 

El DANE la semana pasada dio las cifras de crecimiento del producto interno bruto – PIB para el primer trimestre de 2015 (2,8%) demostrando la ya anunciada y esperada desaceleración de la economía colombiana. Posiblemente para este año Colombia crezca no por encima del 3,5% pero si será un año positivo para las regiones en el país, principalmente para la región cafetera.

 

Así pues es necesario que en cada departamento se activen los proyectos y programas encaminados a dinamizar las exportaciones y robustecer la producción industrial, las instituciones locales y regionales hagan esfuerzos para fortalecer el ecosistema empresarial y brindar un ambiente propicio para su actividad y los empresarios se acomoden a las nuevas tendencias de mercado, aprovechen un año de cambios económicos nacionales e internacionales y proyecten sus inversiones con miras aumentar la productividad.

 

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