Uno de los últimos informes del Consejo Privado de Competitividad (CPC) pone de manifiesto que el país debe enfocar los esfuerzos en la mejora de la productividad como el principal camino para lograr un crecimiento económico alto sostenido en el largo plazo. Esta afirmación es lógica desde la teoría económica, sin embargo, la realidad del país es que en las últimas décadas el avance en la materia ha sido prácticamente nulo.

El CPC es claro en afirmar que el país ha mejorado sin duda en el entorno económico y social, muy ligado a la favorable coyuntura internacional, que por fuerza de arrastre llevo a Colombia a crecer a tasas por encima del 5%, reducir la pobreza en menos del 30% de la población y registrar tasas de desempleo de un solo digito, situación que ha empezado a revertirse en el último lustro. Por esta razón, para garantizar el crecimiento en el mediano y largo plazo es necesario concentrase en la productividad de las empresas, ya que su mejoramiento representa un circulo virtuoso en el sistema enmarcado en la mayor eficiencia productiva, mayores tasas de crecimiento empresarial, más y mejor empleo, mejores productos para el consumidor, mayor recaudación impositiva, mayor inversión y aumento del ingreso agregado del país.

Ahora bien, ¿qué se sabe de la productividad en el país? El informe muestra que analizando la productividad laboral en América Latina, Colombia solo está por encima de Perú, Guatemala y Bolivia; se registra una brecha estructural en la productividad de todos los factores del 50% con respecto a Estados Unidos; a nivel histórico el país tiene cifras de productividad laboral similares desde la década de los ochenta y, en referencia con los Estados Unidos, necesitamos en promedio 5 trabajadores para producir el mismo valor agregado de un solo norteamericano, donde los sectores de agricultura, transporte, almacenamiento y comunicaciones, comercio e industria están por encima del promedio, sobre los 7 trabajadores. Adicionalmente, en el periodo 2002-2012, la productividad total (trabajo y capital) aportó un tímido 0,2 puntos al crecimiento del PIB colombiano, en comparación con los 5 puntos aportados al crecimiento dentro de la economía de China. Por otro lado, según un análisis de Productividad Total Factorial (PTF) con base en la Encuesta Anual Manufacturera (EAM), se muestran que las empresas manufactureras más productivas tienen mayores participaciones en el mercado (que es lógico con la teoría), no obstante, se evidencia que existe un fenómeno de tener menos capacidades en concentrar la actividad económica en los productores con mayor productividad en comparación con países desarrollados, síntomas de menor eficiencia en la asignación de recursos. Igualmente, el análisis con la EAM, refleja que “la mayor parte de las diferencias entre establecimientos en el crecimiento de su productividad se explica por diferencias en la capacidad de generar mayor valor por unidad de producto, en lugar de por diferencias en la capacidad de producir más unidades de producto por unidad de insumo” (p. 60), síntomas de crecimiento interno por encima de productividad agregada.

Entre los caminos propuestos para el mejoramiento de la productividad al interno de las empresas, el informe resalta que las acciones están relacionadas con la inversión en ciencia, tecnología e innovación, adaptación de buenas prácticas empresariales referentes en el mundo o sector, alianzas con el sector académico, inversión en formación del talento humano, apropiación de tecnologías y el mejoramiento en calidades gerenciales.

Vale la pena aclarar que la productividad de las empresas depende de factores externos, ceñidos a las condiciones macroeconómicas y elementos ligados a la competitividad del país, y a factores internos donde las propias empresas tienen el control, estimando estos últimos en un 65% de efecto final sobre la producción. Por esto, la invitación es al empresario, de cualquier tamaño o sector, a que apueste por su productividad, lo cual llevará a beneficios individuales y colectivos en la economía. Citando el informe: “Si no hay un compromiso permanente de las empresas por mejorar a través de la inversión de recursos para lograr mayores niveles de eficiencia, la adopción de mejores prácticas gerenciales y productivas, la innovación o la capacitación a sus empleados, será sumamente difícil que sean más competitivas y productivas” (p. 9). La productividad empresarial es la semilla del crecimiento empresarial y la piedra angular del crecimiento económico.

Para conocer el estudio completo de clic aquí.

Adenda. Citando al informe se puede definir la productividad como “la capacidad de generar valor con una cantidad de insumos dada y, por tanto, considera mejoras en productividad derivadas tanto de la capacidad de producir más unidades de producto por unidad de insumo como de la capacidad de producir más valor por unidad de producto” (p. 36) o “Valor de producción por unidad de insumo utilizado en esa producción. Debe entenderse como un indicador de eficiencia y rentabilidad que relaciona la cantidad de recursos o insumos utilizados con la cantidad de producción obtenida de estos recursos y el valor de cada unidad y producto. Dentro de los insumos se tiene el trabajo, el capital físico (o activos físicos, como la maquinaria), insumos materiales, entre otros. Existen dos medidas de productividad usualmente calculadas: la productividad laboral y la PTF” (p. 80).

Estudios Económicos
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Teléfono: 8841840, ext. 506

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